¿Qué podemos hacer?
—Hay que actuar rápido. Tengo un plan y dos aliados incondicionales y de los que puedo fiarme: mis hijos, Polifemo y Atlas. Ellos están puestos al corriente de todo ¿sólo nos faltas tú?Te mira como examinando tu predisposición a terminar con la rebelión. Espera tu respuesta.
—¿Y qué tengo que hacer? —le preguntas.
—Para lo que te ha contratado Zeus, culpar a Hades en el momento preciso. Atlas tiene el casco de Hades y te lo dará a ti. Con él podrás desaparecer, ver sin ser visto. Y durante el brindis que Zeus realiza, aparecerás ante la vista de todos y acusarás a Hades. Contarás como este casco se lo has robado a Perséfone, su mujer, que pretendía acceder con él a la sala y asesinar a Zeus insertando veneno en su copa. Polifemo lo demostrará, ha conseguido hacerla confesar y la tiene presa a las puertas del Olimpo.
Todo parece bien atado.
—Zeus tomará represalias instantáneas. Se fiará de lo que tu le digas. Te estima como hijo de Ulises, por ello te contrató —continúa Poseidón—. Y tú lograrás salvarnos a todos nosotros. Zeus te premiará con un puesto en el Olimpo, como se lo dio a Heracles.
Poseidón te mira esperando tu respuesta. Tú dudas. No sabes si ayudarle. Correrás un gran peligro. Hades podría darse cuenta de todo y tú eres el que mas expones de todos.
Podrías seguir investigando también para asegurarte, aunque quizá después sea demasiado tarde. Piensas que te vendría bien algún amigo, alguien en que confiar. Miras alrededor intentando retrasar tu decisión. Te fijas en Prometeo, solo, en mitad de la sala: él siempre ha defendido a los hombres y quizás... Tienes que decidirte: ser valiente.
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