Afrodita te persuade

Afrodita se acerca a ti

No puedes desviar la mirada de los movimientos sensuales con que Afrodita se dirige hacia ti. No notas ni que Atenea se ha alejado de ti.

—Ahora que estamos solos te diré la verdad.

Sientes que la piel se te eriza, que no eres capaz de pronunciar palabra alguna. Ella te extiende una de las copas.

—Es néctar, del mismísimo Gamínedes. Seguro que nunca has probado algo parecido.

Choca su copa con la tuya y antes de que la eleves hasta tus labios te susurra al oído:

Mi marido, Hefesto, es quien tiene planeado asesinar a Zeus. Vertirá veneno en su copa, un veneno mortal extraído del cuerno de un unicornio —te cuenta—. Ha liberado a los gigantes y les ha fundido las mejores armas que jamás ha hecho. Los tiene dispuestos en su palacio de cristal.

Se separa de tu oído. Un escalofrío recorre todo tu cuerpo. Después, con dos dedos separa de tus labios la copa mientras te hace gestos negativos con la cabeza. Recuerdas lo que te ha dicho sobre el veneno. Bajas la copa. Pone sus dedos ahora sobre tus labios y recorre con ellos tu mejilla mientras comienza a caminar.

—Habla con Ares, dios de la guerra. Dile que el Ave Fénix ha resurgido de sus cenizas.

Tardas unos segundos en reaccionar. Tú cabeza da mil vueltas. Debes tomar una decisión. Recuerdas lo que te ha dicho Atenea: “habla con el mensajero de los dioses”. Tienes que decidirte. El tiempo corre.
HABLAR CON ARES
HABLAR CON HERMES