Hermes y Dioniso disfrutan de la fiesta

El mensajero de los dioses bebe junto a Dioniso. Los dos bromean sobre el dios supremo. Les escuchas aún sin acercarte.

—Soy Zeus y estoy muerto de miedo —interpreta exageradamente Hermes—. Voy a mandar a Hermes el esclavo a que lleve una carta de socorro a, ATENCIÓN, Agencia de detectives Ulises.
Agencia de detectives Ulises, si quieres morir, tu agencia es —añade Dioniso provocando la risa de Hermes.

Si no queda usted bien muerto, le devolvemos su dinero —continúa Hermes.

Decides acercarte antes de que terminen el anuncio entero. Das unos pasos y carraspeas para llamar su atención.

—Hombre, el detective, ¿viene usted a detenerme? —le dice Dioniso extendiéndole las manos como si fuera a esposarle.

—Igual viene a beber. El vino da claridad a la mente —sentencia Hermes.

Vuelven a reírse. Decides que debes poner orden e intentar lograr alguna información valiosa.

—Yo venía a hablar contigo, Hermes. Por tus manos pasan toda la información que del Olimpo sale. No sé quizá haya habido alguna fuga…

¿Dudas de mi honradez? —te pregunta amenazante—.

Te quedas en silencio. Piensas que no has enfocado bien la pregunta. Sigue mirándote, te esperas lo peor. Se ríe.

—Si no estuviera tan borracho, me importaría.